Ayer me paso algo extraño. En aquella fiesta donde todos bailaban, saltaban, se miraban entre ellos y coqueteaban para el aire a ver si alguien agarraba esa energía al vuelo y se las devolvía en un beso, me sentí fuera de lugar. Más que eso, sentí que es un periodo ya pasado para mi, algo que hice y que siento he superado; o al menos estoy comenzando a hacerlo.
No mas búsqueda de la pareja perfecta, no mas emoción por el desconocido que se me acerca e intenta besarme, no mas miradas que se pierden en la multitud y saltos llenos de alegría al ritmo de la música.
Lo único que me pasaba por la cabeza era el recostarme sobre mi cama, con una taza de café en mi mano (mas bien dicho te...siempre digo "café" porque me gusta como suena, pero no lo bebo nunca), con la estufa a mis pies y el computador sobre mis piernas.
Viejazo? I believe so. Pero no pasa por una falta de energía, ya que podría haber bailado toda la noche, sino por sentirme rodeado de personas que sentí extrañas a mi, con motivaciones que ahora encuentro inmaduras y arrebatadas.
Creo que es que me estoy acostumbrando a mi soledad.
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