domingo, 15 de noviembre de 2009

Drag me to hell

Esta semana tuve contacto con mi lado oscuro. Hice algo que no pensé hacer nunca.
Visto desde fuera, no fue una acción mala (aunque tampoco tan santa), pero desde mis sentimiento y pensamientos, el contenido de aquella acción le hace adquirir una tonalidad sombría.
Lo hice con mi segunda intención. Quise satisfacer ciertas sensaciones e intentar aclarar ciertas dudas. Nadie puede saber por haberlo visto, mi verdaderas intenciones, pero eso solo me hace sentir mas culpable, ya que todo el peso de la verdad recae sobre mi. Cuando el resto interpreta la situación como incorrecta y te culpan por eso, es mas fácil no sentirse tan culpable, porque se puede dedicar a evitar a aquellas personas, y el sentimiento en gran parte se queda con ellos. Por el contrario, cuando ellos te ven como inocente, es más difícil deshacerte de ese feeling, ya que solo te quedas tu con él.
Me sirvió hacerlo? Si. Aclaré muchas cosas. Pero el fin justifica los medios? Mi interpretación en este caso es que no. Y en ese momento surge mi culpa.
Creo que por mucho que aliente el pensar siempre en uno mismo, de todas maneras aun no cruzo esa linea que me lleva al total egoísmo y narcisismo.
La cruzare en algún momento?Como van las cosas pienso que si y no en un futuro muy lejano. No tanto por las cosas que haga, sino por aquellas que estoy dispuesto a hacer. Eso me llevo a pensar: que hace al asesino? El pensamiento de matar o la acción de quitar la vida a alguien?Claro que el matar es peor, pero tampoco podemos decir que quien piensa en matar es alguien completamente bueno. De una manera menos extremista, el querer estar dispuesto a hacer algo "incorrecto" cuando se presente la situación es tan malo como el hacerlo cuando la situación se presente.
Día a día esa parte manipuladora, interesada, arribista, egoísta y ambiciosa de mi ser dictamina más mis pensamientos. Cuanto faltará para que dictamine también mis acciones?
Solo el tiempo lo dirá, y ese día la tierra se abrirá y el infierno me tragará.

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